lunes, 25 de septiembre de 2017

Homeopatía Genérica (Día del Farmacéutico) y diluciones korsakovianas

Hoy es el Día Mundial del Farmacéutico. Un día en el que cabe recordar que la mayoría de farmacias se han convertido en bazares donde, si alguien está dispuesto a comprar algo, siempre encontrarás a un farmacéutico sin escrúpulos dispuesto a venderlo.



En concreto, es un día para recordar uno de los fraudes sanitarios más enquistados en el sistema de salud de este y otros países. Para luchar contra la venta de azúcar a precio de unobtainium, desde la iniciativa FarmaCiencia se está llevando a cabo la campaña "Homeopatía Genérica". Porque, puestos a ser estafados, qué menos que hacerlo a precios más asequibles acudiendo a la marca blanca.

Por nuestra parte, hemos querido rendir un pequeño homenaje a un método de dilución homeopática que suele ser menos conocido que el habitual, y que probablemente os deje con la mosca detrás de la oreja a muchos cuando lavéis los cacharros. Efectivamente, aunque no seáis conscientes de ello, al enjuagar platos y botes estáis llevando a cabo sucusiones de diluciones homeopáticas denominadas "Korsakovianas":


La manera de reconocer este tipo de preparados homeopáticos es comprobar si al lado del número de diluciones aparece una K (Korsakoviana) en lugar de los típicos D o CH (Decimal o Centesimal Hahnemanniano noniano noniano).

Por ejemplo, en este caso real, alguien tendrá que tomarse la molestia de llenar un bote de veneno de la cobra india, vaciarlo, llenarlo con agua (o lactosa, o hidroalcohol), sacudirlo, vaciarlo, llenarlo con agua (o lactosa, o hidroalcohol), sacudirlo, vaciarlo, repetir en total estos rellenados, sacudidas y vaciados hasta 10.000 veces, y el resultado salpicarlo en dos glóbulos de azúcar (que, en este caso, deberá tomar en luna creciente, porque probablemente el incautopaciente en cuestión sea Aries con ascendente en Tauro y su kirliograma aparezca con resonancias vibracionales energéticas un poco turbias, o cualquier otra gilipollez que se le haya ocurrido al dispensador de turno para adornar el fraude).



O, si queréis un ejemplo más típico de venta en farmacias, el salpicado en un glóbulo (de 1 gramo de azúcar, si hacéis la suma) de 0'01 mililitros de lo que queda en un bote en el que se ha llenado de hígado de pato, vaciado, rellenado de agua/lactosa/hidroalcohol, sacudido, vaciado, y repetidos estos tres últimos pasos 200 veces:



Si alguien quiere saber cómo funcionan los fundamentos de la homeopatía, recordad que lo podéis averiguar en esta página web: comofuncionalahomeopatia.com


jueves, 21 de septiembre de 2017

Morir creyendo

Quizá solo haría algún matiz muy menor, como que en parte sí hay cierta legislación que protege al ciudadano pero que no se está aplicando por una inoperancia extrema de las autoridades que deberían controlar estos asuntos. Salvo eso, suscribo letra a letra el contenido de esta charla de Mauricio Schwarz que os comparto: